sábado, 18 de diciembre de 2010

Representación de "El Bandido Negro" hacia 1920

Lo que viene a continuación es un relato redactado por mi padre, Gregorio Ibánez Carrera (1902-1977), como parte de sus memorias. Espero que os guste y permitidme ofrecéroslo como un especial regalo de Pascuas.


D. Amado era el Maestro del pueblo. Por el día daba clases a los niños. Por la noche, de 8 a 10, clases nocturnas. Éramos unos 40 mozos de los que asistíamos 15 aproximadamente; los que sabíamos un poco deseábamos con ilusión ampliar nuestros modestísimos conocimientos culturales.

D. Amado nos propuso hacer una comedia tituladas "EL BANDIDO NEGRO". Los personajes seríamos los mozos y las mozas. La única persona mayor y con carrera era D. Amado y que, por cierto, lo hacía muy bien, por lo menos así nos lo parecía a nosotros y al público, en general.


Llegó la Semana Santa y, el Domingo de Pascua, LA FUNCIÓN. A las 8 de la noche, en el Salón Grande del Ayuntamiento, previo pregón del Alguacil, por la mañana y por la tarde. Decía así, después de sonar la trompeta:

"SE HACE SABER, A TODOS LOS HABITANTES DEL PUEBLO, QUE ESTA NOCHE A LAS OCHO, HABRÁ FUNCION DE TEATRO EN EL SALÓN GRANDE DEL AYUNTAMIENTO.

LA COMEDIA SE TITULA: EL BANDIDO NEGRO. LOS ARTISTAS: MOZAS Y MOZOS DEL PUEBLO, DIRIGIDOS POR EL MAESTRO, D. AMADO.

Precios: Una peseta los mayores, pudiendo llevar, por el mismo precio a un niño hasta de 10 años.

De 11 a 15 años = 0'50 céntimos."

A los artistas nos dieron dos entradas. Mi madre y mi hermana entraron con las dos entradas; mi padrastro quiso entrar también pero no le dejaron, tuvo que pagar y, murmurando a su estilo, entró, soltando todos los tacos que quiso.

A las 8 en punto se levantó el telón. El Rey aparece en escena, debidamente vestido de rey, con su bigo­te largo y una perilla canosa. Empecé así:

"Era una mañana de abril, el Sol sus garras de oro extendía sobre el campo de la acción..." Así, durante cinco minutos. Intervenían otros artistas y cuando ya se terminaba el acto primero, intervine yo: –"¡Cuántas vidas perdidas! Pero, he­mos vencido al Bandido Negro".

En este momento aparecía él, furioso. Me echaba un narcótico en los ojos y yo, al notar que no veía: "¡Samuel, estoy ciego!" "¡Maldición!" "¡Maldición!" Mi criado de confianza, presuroso, me co­gía del brazo y, en este momento, bajaba el telón.

Se rompió la cuerda y tuvimos que recibir los aplausos en el borde del escenario y entrar al interior por un lado. Hizo más gracia esta rotura que nosotros.

PRUDENCIO LATORRE: Bandido Negro

Mi prima ESTEFANÍA: mi esposa

FELIPE CLEMENTE: mi guardaespaldas

CATALINA SERRANO: esposa del Bandido Negro

El resto de los artistas, chicas y chicos del mismo pueblo.

Yo me aprendía el papel labrando; cuando volvían las mulas del final del surco, miraba el cuaderno y durante el recorrido lo repetía tres o cuatro veces. También después de comer, en vez de echarme la siesta, y por las noches hasta que me quedaba dormido.

Contar más cosas de la obra sería pesado. Únicamente diré que se trataba de una guerra y que el Rey narraba sus hazañas victoriosas, creyéndose vencedor, y resultó venci­do y ciego.

jueves, 25 de noviembre de 2010

jueves, 18 de noviembre de 2010

Pastores de Iberia

Os presento a Santiago Álvarez. Este chico, originario de Judes, es uno de los máximos expertos en lo que a la antropología de la zona se refiere. Sus estudios sobre ganadería autóctona y métodos productivos en el medio rural son de lo más interesantes.

A continuación os adjunto tres vídeos de su factoría, espero que os gusten:

1) Soria. Apicultura tradicional (Sabinares del Jalón)


2) La cabra serrana blanca celtiberica




3) Soria. La raza Serrana Negra


* Más vídeos de este autor en su canal de youtube: "Pastores de Iberia".

jueves, 4 de noviembre de 2010

Mi tío abuelo Pantaleón Ibáñez Azañón

Reconoced que enterarse, un siglo después de su existencia, de que uno ha tenido un tío abuelo que se llamaba Pantaleón, tiene su interés, sobre todo cuando al que suscribe le ha gustado mucho el cantar en el grupo familiar la divertida canción titulada "El alcalde de mi pueblo (o de Arrigorriaga, en otras versiones) tiene mucha ilustración", y que precisamente también se llama Pantaleón.

Por si no conocéis dicha canción, os adjunto el enlace donde podéis hacerlo. Los primeros compases se refieren a "Los pintores de Vitoria", pero inmediatamente después comienza "El alcalde de mi pueblo". Es el siguiente:

http://www.youtube.com/watch?v=uMbED3L-th8

Pero lo que realmente me ha impactado en la investigación de la historia de mi tío abuelo Pantaleón, es que le partió un rayo, así como suena.

Os adjunto a continuación una copia de parte de su Acta de defunción, en la que consta lo que transcribo:

"En el pueblo de Anguita, a las seis de la tarde del día diez y ocho de Agosto de mil novecientos, ante D. Estanislao Rata Ballestero, Juez municipal, y D. Nemesio Garrido Mangil, Secretario, compareció D. Tomás del Sacramento, natural de Sigüenza, mayor de edad; estado civil casado; oficio alguacil; domiciliado en este pueblo y su calle de la Plaza nº 8; manifestando en calidad de encargado que

D. Pantaleón Ibáñez Azañón, natural de Anguita, edad de veinte y dos años, oficio pastor y domiciliado en este pueblo, falleció a las tres de la mañana próximamente del día diez y seis del presente, en el sitio denominado Ribagordo, a consecuencia de una combustión orgánica producida por chispa eléctrica, según dictamen de autopsia, que presenta para obtener la correspondiente licencia de enterramiento."

De esta forma he sabido no sólo que a mi tío abuelo Pantaleón le mató un rayo, sino incluso el sitio o paraje, Ribagordo, donde sucedió el hecho. En el caso de que conozcáis tal sitio, os agradecería que me indicaréis su ubicación.

A mi juicio sería muy interesante averiguar, si hay fuentes escritas u orales de otros hechos anecdóticos personales singulares sucedidos en Anguita a través del tiempo, y en caso afirmativo publicarlos en "El Cantón". Si lo que falta es "tiempo", me ofrezco a colaborar en la medida de lo posible.

viernes, 15 de octubre de 2010

Nominados para irse de Anguita al Cielo en el año 1900

Como primer fruto de mi propuesta de indización de los registros antiguos de Anguita, y gracias al trabajo previo de recopilación de las actas de defunción que me ha facilitado Fito, os adjunto a continuación ordenados alfabéticamente por apellidos, los datos básicos de los 24 fallecidos en el año 1900. He elegido ese año por ser un número redondo.

Os recuerdo que la indización de un acta consiste en extraer de ella los datos que se consideren interesantes y presentarlos ordenadamente en una tabla. Hasta ahora tal tarea la estoy haciendo yo sólo, por lo que avanza muy lentamente.

Para poder realizarla basta tener acceso a Internet, algo de tiempo y ganas de contribuir al enriquecimiento del patrimonio cultural de Anguita. Estas tablas podrían ser consultadas en Internet por cualquier persona interesada en descubrir sus antepasados anguiteños, y facilitaría la construcción de sus árboles genealógicos correspondientes.

Quién esté dispuesto a ello puede ponerse en contacto conmigo, con Fito o con Javier Serrano, para explicarles los detalles. Cuántos más seamos, más rápido avanzaremos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Vuelta a los Pachanos


Anguita se abastece de agua de un manantial denominado “Fuente de los Pachanos”, junto al curso del río Tajuña.

El camino propuesto tiene 5680 metros, una buena distancia para hacerla corriendo o dando un buen paseo.

Iniciaremos el recorrido al comienzo del camino de Luzón, al final del barrio de la hoz.

A 260 metros encontramos el primer cruce de caminos donde se ubica el “Molino Nuevo”, el camino que sale de frente nos lleva al truchero, pero giraremos a la derecha y cruzaremos el puente que cruza el río.

En el punto 0, 330 Km. tenemos una curva a izquierdas y también el comienzo de otro camino que sale a nuestra derecha llamado “Camino de los Huertos”, pero ahora no lo cogeremos, sino que seguiremos por el camino más marcado, donde en el punto 0,490 Km. veremos a nuestra izquierda una fuente , la cual actualmente no dispone de agua.
En el Km. 0,600 dejaremos atrás una empinada cuesta que nos llevaría al marojal.

Seguiremos corriendo por este agradable camino hasta el Km. 2,130, donde veremos el puente de Las Salillas a la izquierda, el cual cruzaremos y cogeremos el camino de la derecha, que nos llevaría a la fuente de los Pachanos, donde existe un merendero algo abandonado debido a la prohibición de encender fuego en la temporada de verano, ( Km. 2,870) una vez aquí vamos a volver por el mismo camino, pero no cruzaremos por el Puente de las Salillas, sino que seguiremos de frente por el camino que sigue con hierba quizás un poco alta, pero por el que se puede ir perfectamente.

Pasaremos junto al truchero (Km. 4139) y seguiremos hasta encontrar de nuevo el cruce del molino nuevo (Km. 5010) donde giramos a izquierda y volvemos a cruzar el puente , pero ahora si cogeremos el camino de la derecha , el camino de los huertos, entre el barranco y los huertos, donde llegaremos al pueblo pudiendo bajar por la primera calle a la derecha ( junto a la casa del “foro”, Km. 5,640) o por la peña del obispo (Km. 5,680) donde podemos estirar los músculos junto a la barandilla del canal.


Fernando Bermejo "Fito"

domingo, 5 de septiembre de 2010

Labrador Herraiz nos desvela las Eglogas de Padilla




Labrador Herráiz edita un nuevo libro clásico de Eglogas pastoriles de Pedro de Padilla

Una novedad literaria que afecta a Guadalajara, por cuanto el editor y estudioso de la obra es alcarreño, nos llega desde el Frente de Afirmación Hispanista de México, que acaba de editar un nuevo volumen de la obra completa del poeta andaluz Pedro de Padilla.
Se trata de las “Églogas Pastoriles y juntamente con ellas algunos sonetos del mismo autor”, con un prólogo de Aurelio Valladares y la edición y profundo estudio del libro que con ese título se publicó en Sevilla en 1582, hasta ahora muy poco conocido, de José J. Labrador Herráiz y Ralph A. DiFranco. Un volumen de 422 páginas en el que las primeras 40 van ocupadas por el estudio referido de los filólogos Labrador y DiFranco, y el resto por el texto original del poeta del Siglo de Oro.
Para los amantes de la poesía clásica, este es un libro capital, una verdadera joya, rescatada ahora de las profundidades polvorientas de las bibliotecas americanas. El propio autor dice de la obra que son “Eglogas pastoriles de diferentes subjetos y composturas, donde con versos sueltos en lugar de prosa van ligados los demás que a diversos propósitos se hicieron”. Bien a las claras confiesa el autor lo diverso de su obra, aunque parezca que lleva un hilo conductor. Está en la línea de lo que en el siglo XVI se pretendía: lanzar versos que divirtieran, entretenidos, bellos y recordables. Aunque fueran sin hilazón unos de otros. Pero como esto ya lo había hecho el propio Padilla en su “Thesoro de varias poesías” de 1580, y le había sido criticado, ahora montaba estas otras variadísimas composiciones con un hilo conductor. Tanto las Églogas, como sus posteriores y añadidos sonetos, tienen al amor por sujeto, omnipresente, arrebatador.
El alcarreño José Julián Labrador Herráiz, de Cifuentes, es el recopilador y analista de esta obra. Ya retirado de sus labores didácticas en la Universidad Estatal de Cleveland, prosigue ahora en su monasterio civil de La Coruña su tarea, más intensa que nunca, de recopilación y estudio de la poesía y la literatura hispánica del Siglo de Oro. Sabemos que incluso ha encontrado algunos raros manuscritos relativos a poetas y escritores alcarreños de antiguos tiempos, que ojalá podamos ver publicados muy pronto. Su relación familiar con Serrano y Sanz y con Layna Serrano, serranos cifontinos como él, augura los mejores resultados, y garantiza el entusiasmo que con respecto a su tierra natal pone en todos sus trabajos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Murciélagos de la Celtiberia

Estaban los pájaros en guerra con los cuadrúpedos y, si una vez vencían, otra eran vencidos. El murciélago, temiendo el incierto resultado, se unía al ejército que en principio creía superior. Una vez restablecida la paz, se descubrió el engaño a uno y otro linaje. Culpable de tan vergonzosa acusación, huyó de la luz y se refugió en las tinieblas de la noche. Porque cualquier que desea congraciarse con dos bandos contrarios, acaba por resultar ingrato a los dos”.

Fedro

En estos tiempos en que los vampiros abundan por las pantallas y en los libros, protagonizando un espectáculo de dudoso gusto intelectual y preocupante catarsis colectiva, no he podido dejar de pensar en estos pequeños animalillos, los murciélagos, y en la estrecha relación que tienen, y han tenido, con el ser humano. Como para tantas otras especies, España es un garante para la biodiversidad, también en lo que a quirópteros se refiere. Conocidos como “mordeguises”, en castellano “celtíbero”, son tan varias como curiosas las anécdotas que muchos tienen con ellos: desde encuentros, e incluso sustos, causales a jugarretas de lo más grotescas, como pueda ser el haberles hecho fumar. El murciélago es, quizá junto al buitre y resto de aves rapaces, la mayor joya zoológica que tiene toda la zona de Celtiberia.

Lugares como las cuevas de Los Casares, de La Hoz, de Olmedillas o las múltiples sitas en Anguita (todas ellas sitas en el norte de la provincia de Guadalajara), nos recuerdan que la Celtiberia es región geológicamente curiosa, lugar donde abundan las formaciones kársticas, y en particular, las cuevas. La abundancia de éstas, junto a las múltiples parideras, casillas y demás contrucciones pétreas, hoy abandonadas, ha hecho que estos animales tengan múltiples lugares en los que asentarse y poder criar (ayudando a todo ello la falta de contaminación, no sólo lumínica y sonora, sino también en lo que al uso de insecticidas se refiere).

Al igual que en el resto de Europa, los murciélagos españoles forman parte de los conocidos como micromurciélagos (Microchiroptera). No tanto por el tamaño, como por sus costumbres y dieta, éstos no deben confundirse con los murciélagos frugívoros, los zorros voladores (megaquirópteros), animales que frecuentan los trópicos, y que son especialmente valorados por su sabor en muchos pueblos. Sin embargo, fuera de cuestiones taxonómicas, lo más curioso de estos seres es su evolución... y no nos vamos a referir al Conde Drácula ni mucho menos...

Un "misterio científico" de la mayor trascendencia hace referencia a la evolución de estos animales y su relación con los primates. Obviamente serán muchos los que se escandalicen con esta idea, y opinen que: ¡el Creacionismo está en lo cierto, no pudiendo tolerarse que existan gentes que defiendan tal "parentesco"!. Antes de continuar, observemos estas dos ilustraciones:











La primera ilustración corresponde a una de las especies más características de megaquiróptero, el zorro volador, mientras que la segunda ilustración (a la derecha) representa a una de las múltiples especies de lemures que habitan la isla de Madagascar. El parecido es obvio.

John Pettigrew, de la Universidad de Queensland (Australia) sugirió en 1986 que ambos grupos de murciélagos pertenecen a grupos totalmente diferenciados. Así, los megamurciélagos vendrían a estar íntimamente relacionados con los primates y el colugo (extraño animal planeador, con aspecto de "lemur", que habita en Indonesia). Esta tesis se basa en los cerebros de estos murciélagos, mucho más complejos y desarrollados que en el caso de los micromurciélagos (o "murciélagos" a secas). Esta teoría ha sido muy criticada. Investigaciones posteriores, destacar las llevadas a cabo por Simmons y Geisler (Museo de Historia Natural de Nueva York), defienden que todos los murciélagos participan de un mismo grupo taxonómico, no teniendo relación, al menos cercana, con los primates.

Si contemplamos el problema teniendo en cuenta el fenómeno de la "evolución convergente", nos daremos cuenta de que existen animales que pueden llegar a ser muy parecidos sin estar necesariamente emparentados, simplemente por efecto de la adaptación del medio y la selección natural (véase el caso del delfín y el ictiosaurio, por ejemplo). Por esta razón, es bien posible que megamurciélagos y micromurciélagos se parezcan por "convergencia", lo mismo que lemures y zorros voladores, desde el otro punto de vista.

Los partidarios de la segunda tesis afirman que el mayor desarrollo del cerebro de los zorros voladores se basa en los grandes ojos que poseen, razón por la cual requieren de un nervio óptico, y cerebro, de mayores proporciones (algo similar a lo que sucedió con Troodon, el dinosaurio con mayor masa encefálica). Sin embargo, ninguna postura parece clara. Los prejuicios son muchos, y entre quienes defienden la primera posición figuran científicos de la talla de Colin Tudge.

Símbolo de la noche, del demonio y, para los germanos, de la envidia (“pues así como el murciélago no vuela más que al caer la noche, la envidia trabaja en la sombra y no se muestra a plena luz”), los murciélagos son animales de lo más curiosos y enigmáticos. Ya sea en el Cristianismo, o en el Judaísmo (los judíos tienen prohibido alimentarse de ellos), estos seres participan de la familia de los “animales malditos” (junto a serpientes y otras alimañas), pero su importancia biológica es vital, especialmente para controlar las plagas de mosquito. Guadalajara tiene un tesoro con pelo y alas, que lejos de ser ambiguo o maldito, espera ser comprendido y protegido.

lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué pasó con los que fueron quintos en 1923? Una invitación para recordar sus historias

Aquellos hombres que nacieron en 1902, cumplieron su mayoría de edad de entonces en 1923, y por tanto constituyeron la "quinta del 23". El nombre de "quinta" proviene, por si alguien no lo sabe, de que cada 5 mozos listados o entrados en caja, se elegía 1 para prestar el Servicio Militar.

La lista que publiqué el mes pasado, realizada en 1922, contenía 25 mozos, de los que 16 estaban vivos, por lo que a Anguita le correspondía aportar 3 futuros soldados. Mi padre Gregorio Ibáñez Carrera fue uno de estos últimos.

Pienso que sería muy gratificante para todos los que nos interesamos por Anguita, el que los familiares y amigos de los de la "quinta del 23, contasen que fue de ellos posteriormente, y para empezar esta posible serie de pequeñas historias cuento el caso de mi padre, el nº 13 de la lista citada.

Fue destinado al Arma de Caballería en Jerez de la Frontera, donde estuvo 3 años, llegando a ser cabo "jefe de parada", según decía él muy satisfecho. En la foto de al lado, tomada hacia 1925, se le ve junto a sus compañeros de mili; es el único que no lleva gorro.

Posteriormente se trasladó a Madrid, haciendo esporádicas visitas a su madre y familia en Anguita. Se había quedado huérfano de padre a los 6 años.

En la capital tuvo que luchar duro para salir adelante y, según cuenta en sus memorias, una de las cosas que más le llamó la atención de Madrid, es lo rápido que caminaba la gente por la calle.

En 1932 se casó y con el tiempo tuvo 3 hijos, de los cuales soy el más pequeño.

Como foto recuerdo, que creo que casi todos los familiares de los "quintos del 23" poseemos, adjunto el de su boda con Francisca González Alía, mi madre, natural de Cebreros, sí, el pueblo de Adolfo Suárez.
En los años 50 íbamos los veranos a Anguita, pero ya la abuela había fallecido, y muchos de los los primos emigraron en los 60 a Madrid o Barcelona, perdiéndose poco a poco el contacto con el pueblo.
No obstante mi padre guardó, hasta su fallecimiento en 1977, un intenso amor por su pueblo, recordando asiduamente sus vivencias en el mismo en los primeros 21 años de su vida, precisamente hasta que salió "quinto".
Os invito a los familiares de los restantes "quintos del 23" a que escribáis algo de ellos y adjuntéis alguna foto de recuerdo de los mismos. Si tenéis alguna dificultad para escribir en este sitio, y como conmigo no tenéis confianza todavía, transmitir vuestros deseos a Fito, y él espero me los transmita para su publicación.
¡¡Vivan los quintos del 23!!, porque "la muerte no viene con la vejez sino con el olvido".

viernes, 11 de junio de 2010

Transcripción de la "Lista de los varones nacidos en 1902"

Como no se lee muy bien dicha lista manuscrita, inserta en una fotografía colocada en un mensaje mío de ayer, paso a transcribirla con caracteres tipográficos, pidiendo perdón por los posibles errores:
  1. Lorenzo Astiaso Basan, hijo de Julíán y Antonia. Enero 8.
  2. Ildefonso Rata López, hijo de Francisco y Florencia. Enero 20. Falleció.
  3. Pablo Lázaro Jaraba, hijo de Luis y Silveria. Marzo 2. Falleció.
  4. Víctor Sancho Pasamón, hijo de Lorenzo e Isabel. Marzo 6. Falleció.
  5. Macario Bermejo Serrano, hijo de Victoriano y Quiteria. Marzo 10.
  6. Leandro de Andrés Rebollo, hijo de Felipe e Isabel. Marzo 13. Falleció.
  7. Florentino Lluva Macho, hijo de Benito yMaría Concep. Marzo 14.
  8. Ciriaco Clemente Aguilar, hijo de Alejandro y Rosalía. Marzo 16.
  9. Bienvenido Guijarro Serrano, hijo de Pedro y Teófila. Marzo 22.
  10. Epifanio Sancho Serrano, hijo de Gregorio y María. Abril 7.
  11. Prudencio Latorre Pasamón, hijo de Daniel y Justa. Abril 28.
  12. Pedro Munilla Merodio, hijo de Antonio y Maximina. Abril 29.
  13. Gregorio Ibáñez Carrera, hijo de Francisco y Primitiva. Mayo 9.
  14. Antonio-Antolín Bermejo Valenciano, hijo de Tomás y Petra. Mayo 10.
  15. Bonifacio Pascual Clemente Rata, hijo de Vicente y Felisa. Mayo 14.
  16. Isidro Rebollo Latorre, hijo de Zacarías y Juana. Mayo 16. Falleció.
  17. Fermín Rata López, hijo de Santos y Calixta. Julio 7. Falleció.
  18. Alberto Alda Latorre, hijo de Esteban y Saturnina. Julio 12. Falleció.
  19. Rufino Ruiz García, hijo de Bienvenido y Matea. Julio 18.
  20. Francisco Rotea Iruel, hijo de Ireneo y Antonia. Julio24. Falleció.
  21. Julián Serrano Ayuso, hijo de Calixto y Florencia. Julio 27. Falleció.
  22. Emiliano Caba Hernández, hijo de Matías y Gregoria. Septbre 7.
  23. Cándido Orrite Caba, hijo de Cecilio y Ruperta. Octubre 3.
  24. Cándido Alda Bolaños, hijo de Mariano y Ángela. Octubre 3.
  25. Dámaso Díez Alda, hijo de Manuel y Teófila. Diciembre 12.

Anguita 30 de Diciembre de 1922

El Párroco

Luis Rufo Orca

jueves, 10 de junio de 2010

El tesoro de los Registros Parroquiales antiguos de Anguita

Como muestra de las "joyas" que podemos encontrar en los Registros Parroquiales de Anguita, adjunto a continuación una ampliación de la hoja del Libro de Bautismos, correspondiente al año 1843, en la que figura el registro del bautismo de mi bisabuela Petronila.

A partir de este registro podemos extraer o indexar los datos más relevantes que nos puedan interesar para realizar nuestras genealogías:

  • Nombre: Petronila.
  • Apellidos: Díez de Nicolás.
  • Padre: Francisco.
  • Madre: Ambrosia.
  • Fecha de nacimiento: 31-5-1843.
  • Fechade bautismo: 1-6-1843.
  • Abuelo paterno: Ramón Díez, de Riva de Saelices.
  • Abuela paterna: Braulia Ballestero.
  • Abuelo materno: Domingo de Nicolás.
  • Abuela materna: Juliana Basan.

Otra "alhaja" inesperada encontrada en dichos Registros Parroquiales, es una lista realizada por el párroco en 1922, que contiene todos los mozos nacidos en 19o2, incluido mi padre, y que adjunto seguidamente.


Aquellos de vosotros que estéis interesados en colaborar en el posible proyecto de trabajo en grupo para indexar los Registros Parroquiales de Anguita, ruego hagáis un comentario a este mensaje más abajo. ¡Cuántos más seamos, menos disculpas tenemos para no llevarlo a cabo!

domingo, 30 de mayo de 2010

Salto de Poveda, laguna de Taravilla y sima de Alcorón

Os propongo una ruta que se puede hacer a pie o a bici por el Parque natural del Alto Tajo.


Consiste en la visita del Salto de Poveda, en pleno curso del Tajo, que este año está cargadísimo de agua. Para ello lo suyo es llegar en coche a la caseta de información que está pegada al puente que cruza el tajo en la carretera que une Taravilla con Poveda de la Sierra. Para llegar allí, lo más rápido es coger el coche hacia Molina y desde allí coger la carretera CM-210 que lleva hasta Taravilla. Desde la caseta de información, donde pueden darnos algún buen plano del parque, podemos ir andando, en bici o en coche hasta el Salto de Poveda (aprox. 4 kms.) La vista es espectacular. Allí al lado se puede tomar algo en el bar que aunque parezca mentira, existe en la zona.




Para completar esta excursión se puede cruzar al otro lado del río para tener una vista de la cascada todavía mejor si cabe. Para ello hay que cruzar sobre el puente de los pescadores que está a medio camino entre la caseta de información y el salto y seguir una senda.


Una vez asomados a la cascada desde el lado más salvaje se puede alcanzar la laguna de Taravilla en apenas 20 minutos, tras una breve pero dura ascensión. Aquí el uso de la bici es totalmente desaconsejable. Si quiere alcanzarse la laguna de Taravilla sobre dos ruedas, debemos cruzar el río por un vado existente aguas arriba del salto, siempre y cuando no lleve mucha agua (el año pasado que fue más seco que este nos cubría por mayo por la cintura). Desde alli se puede ascender por una pista hasta la laguna de Taravilla. Tras volver al punto de partida para coger el coche se puede volver por Peñalén y visitar la impresionante Sima de Alcorón. Para los que nunca hayan oido hablar de ella, no se trata de una feria de inmuebles en esa localidad, sino de un tremendo agujero que el agua ha provocado con su filtración y disolución en el terreno calizo durante muchos siglos...



Desde allí se puede volver por Zaorejas hasta el puente de San Pedro y desde allí a nuestro pueblo por la carretera de Buenafuente del Sistal.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Actividades Parque Natural Alto Tajo

Buenas a todos.



Muchos desconoceréis a buen seguro que en el parque Natural tan cercano a nuestro pueblo, se desarrollan varias actividades varios fines de semana durante todo el año.



Os adjunto las que se van a desarrollar en el mes de Junio-2010.



Animo a todos para participar en todas ellas.

lunes, 17 de mayo de 2010

¿Y tú de quién eres? Una propuesta para realizar una genealogía de los anguiteños

Comentado este asunto por e-correo con Javier Serrano, me ha invitado a proponerlo en "El Cantón", lo que hago con mucho gusto.

Antes de nada, y como el mejor predicador es Fray Ejemplo, debo contestar a la pregunta con que se inicia este mensaje. Soy hijo del anguiteño Gregorio Ibáñez Carrera, ya fallecido, tengo 67 años, y "me declaro del linaje de esos que de lo oscuro aspiran a lo claro"; lo entrecomillado dicen que es de Goethe, y siempre es conveniente tener buenos padrinos.

La propuesta consiste en realizar un trabajo en grupo de transcripción de los registros antiguos parroquiales, y publicar en internet aquellos que tengan más de 100 años de antigüedad, de forma que en el futuro cualquier oriundo de Anguita que entrase en este sitio virtual, pudiese conocer quiénes son sus antepasados.

¿Os parece realizable? Si la contestación es afirmativa ¿qué pasos o etapas deberíamos seguir?

En todo caso, espero vuestros comentarios.

martes, 11 de mayo de 2010

Paisajes de la Celtiberia

Para todos aquellos que aún no lo hayáis visto, os paso los folletos del proyecto "Territorio Iberkeltia", "Paisajes de la Celtiberia", en los que aparece nuestro pueblo, Anguita. Hay uno dedicado íntegramente a su arqueología, apareciendo, también en el de "Las hoces del Tajuña", junto a Luzón.
Iberkeltia es un proyecto que busca promover el ámbito de la Celtiberia histórica, incluyendo muchos de los territorios de Zaragoza, Teruel, Guadalajara, Soria, Cuenca y La Rioja. Además de los folletos aquí facilitados se han publicado varios otros, referidos a los enclaves más interesantes de la región.
Más información en la web del proyecto: http://www.paisajesdelaceltiberia.com/
Enlaces:

lunes, 3 de mayo de 2010

Anguita en LA VOZ LIBRE


Hay un error común en todos los nacionalismos: hacer preponderar a los territorios sobre las personas. Patrias ‘grandes’, y en este caso, ‘pequeñas’, las tienen prácticamente todo el mundo por el mero hecho de ser persona y, ante todo, tener vivencias y memoria. Son sentimientos individuales que hacen tener mayor cariño por unas calles que por otras, por la espadaña de una iglesia en especial o por las poesías ambientadas en una tierra. Vivir en un lugar no incluye tener unas creencias, la verdadera libertad consiste en ser ciudadano y poder pensar, a su vez, lo que uno realmente quiera. Lo dicho es totalmente comprensible para aquellos que, como yo, tenemos pueblo, ‘patria pequeña’ a la que siempre volvemos a emigrar en cuanto tenemos periodos de descanso, de forma análoga, pero inversa, a como lo hicieron nuestros progenitores, abuelos o, en general, antepasados.

Saben mucho de esto los que tienen nexo con Anguita. Esta hermosa aldea, sita en el núcleo de la ‘región histórica’ de Celtiberia, pertenece a la provincia de Guadalajara, si bien, el siguiente pueblo -Layna o Benamira, según el camino- ya es de Soria, sin estar tampoco lejos de las provincias de Teruel y Zaragoza. Anguita es un municipio que apenas supera el centenar de almas en invierno, multiplicándose su población hasta por diez durante el verano. Su historia y patrimonio son proporcionales a su belleza, superlativo recuerdo de todos los tiempos que nos precedieron.

En Anguita, aspecto poco conocido en el común de nuestra geografía, se firmó, en el edificio que hoy es su casa consistorial el acta de Constitución de la primera Diputación Provincial de España, secundando la Constitución de Cádiz, en abril de 1813. Anguita fue el centro neurálgico del antiguo Común de Villa y Tierra de Medinaceli, posterior Condado-Ducado. Allí se reunían las juntas que representaban al Común, en el que el actual edificio del ayuntamiento hacía las veces de pósito, cárcel y sede del recaudador de impuestos. Por este pueblo pasó Felipe II, el General Hugo -padre del escritor de ‘Los Miserables’, una obra en la que aparecen algunos de los pueblos cercanos al lugar-, quien saqueó la zona con sus tropas, el Cid Campeador -las ‘cuevas de Anguita’ y el Campo Taranz, paraje también del lugar, aparecen en el Cantar, este último en dos ocasiones- y Ramón y Cajal, quien veraneó en el pueblo, dada la pureza de los aires para su mujer, que estaba enferma, y por recomendación de su ama de llaves, a la sazón originaria de esta localidad.

Anguita es un lugar clave en lo que al estudio de la cultura celtíbera se refiere. En su término municipal se encuentra la necrópolis más extensa de esta civilización –‘el Altillo’, en la pedanía de Aguilar de Anguita- y varios castros –cabe destacar el del Hocincavero, ‘Castillejos’-. Sin embargo, la mayor joya arqueológica del lugar es el campamento romano de La Cerca, un yacimiento que fue, más que probablemente, una ciudad celtíbera. De época posterior son las dos torres defensivas árabes -‘hisn’- que se conservan: la ‘Torre de la Cigüeña’ (símbolo del lugar) y la ‘Torremocha’, de la cual sólo se conserva su base.

El pueblo consta de tres templos y un antiguo hospital de beneficencia, del cual se conserva su bella entrada. La iglesia de San Pedro -románica de transición al gótico- destaca por su hermosa bóveda de crucería, siendo ésta una de las razones, se cuenta, por las que estuvo a punto de hacer las Américas, cuyas piedras habína sido incluso numeradas para el traslado. La ermita de Nuestra Señora de la Lastra, pese a su rango, es de mayor tamaño y hace las veces de parroquia del pueblo. Sus dimensiones no hacen más que recordar el peso del lugar en tiempos pretéritos, cuando Anguita era lugar obligado en lo que al comercio de la lana se refería -los célebres mercaderes Ruíz la hicieron conocida y distinguida en la propia Francia. El último templo, la ermita-humilladero de La Soledad, es quizá la menos chocante en cuanto a tamaño, pero destaca por su bella entrada -doble, al igual que la de Medinaceli-, así como por custodiar un Cristo de bella factura que desfila en procesión cada año, dentro de su sepulcro.

Aun sumida en la despoblación de lo rural, que en lo que a ambas Mesetas y respectivos sistemas -Ibérico y Central- se refiere, Anguita es un lugar clave para todo aquél que desee saber algo más de la Castilla del Medievo, la Hispania romana y prerromana, o la España del Imperio. Bañada por el río Tajuña, en un valle fértil, rodeado de bosques de carrascas, robles, melojos y alguna sabina, Anguita es un pequeño vergel en lo rudo del paisaje celtíbero, siempre frío y despoblado. En tiempos de crisis y de auge del turismo rural, este lugar es de sumo interés para poder reponer fuerzas y, a la vez, hacer senderismo o, simplemente, escribir, pintar... o reflexionar.

> En las imágenes superiores, vistas del pueblo Anguita. Más información en 'Una historia de Anguita: el pueblo y su entorno' (Guadalajara, Aache, 2008), de Javier Serrano Copete.

lunes, 5 de abril de 2010

Aves migratorias

Ver correr el agua por los hocines, escuchar el intimista rugido de los arroyos del Prado y la Madre o contemplar cómo rezuma la tierra, tras algunos días de frágil lluvia, no son sucesos que se puedan contemplar cada día. Esta Semana Santa Anguita estaba húmeda, fértil doncella propensa a la reproducción; verdeaban los trigos y las aliagas amagaban con deslumbrar al paseante (pronto cambiarán pinchos por flores amarillentas), Anguita tiene algo de humedal, y en vacaciones, mismamente goza de aves migratorias.

Las alas de la grulla se transmutan en neumáticos y volantes, sus plumas en cabellos y faces. Cuales avefrías, ánsares o golondrinas, los que antaño habitaron, vivieron, o simplemente, gozaron con, o en, el pueblo vuelven a sus tierras inundando de vida a un rincón, algo desierto en invierno. La magia del lugar cidiano hace que cada año vuelvan padres y polluelos, vínculos que en un momento fueron de sangre, cada vez se van difuminando más en lo genético, sin que por ello dejen de venir, cada año, más y más gente.

Ese patriotismo que a la grulla le hace ir de Norte a Sur, de Escandinavia a Gallocanta, se repite entre los anguiteños que abandonan Barcelona, Zaragoza, Valencia o Madrid en busca de su pequeña tierra celtíbera. La regularidad de ambos cauces vivos es proverbial, sorprendiendo a propios y foráneos que, pudiendo quedarse quietos, estas aves y gentes recorran kilómetros por el premio de poder reposar, gozar, en las alturas de la serranía. ¿Serán los cantos del abejaruco, o los vuelos, ahora imaginarios, de la cigüeña?

En un tiempo de tecnología y servicios públicos, a Anguita ya no llegan parturientas apuradas. Los nacimientos brillan por su ausencia, en contraposición a las idas y venidas de los niños, desde muy temprana edad, por las calles del pueblo. Por la Ramón y Cajal, la Umbría o el Desengaño, siguen yendo pequeñas bicicletas de dos o cuatro ruedas. Los padres no tienen motivo para la preocupación, siendo los chiquillos capaces de acercarsea un río que, en sus respectivos lugares habituales, les estaría vedado. El contacto con la “realidad natural”, con las raíces y el pasado de cada cual es mucho más intenso que en cualquier granja-escuela.

Cierto es que los símiles entre aves y demás animales de dos patas no se reducen al moverse por motivos no siempre explicables. Si la mentira de la “aviar” pudo haberse propagado por acción de los flujos migratorios de los pájaros, no menos cierto es que los urbanitas automovilizados también traemos pestes, en este caso, bien reales: residuos y demás guarradas tras largas noches de orgía musical, ruidos similares a tractores (sólo que en este caso para el ocio y no la labranza), trampas y demás mecanismos contra “alimañas”, químicas y residuos que pervierten lo bucólico, latas mal tiradas durante paseos y excursiones, e incluso alguna ceniza de fuegos temerariamente invocados.

Pese a todo, la migración sigue siendo una necesidad, una fuente de vida, para el pueblo, y aún más, para quienes la practican. Es una lástima que grullas y caravanas no coincidan en el tiempo. Unos y otros quizá pudiéramos gritarnos y compartir vivencias nómadas, hablar sobre esa fuerza dinámica, e inexpugnable, que es el “beneficio de ser anguiteño”.

domingo, 4 de abril de 2010

jueves, 25 de febrero de 2010

Fotos del Carnaval anguiteño

¡Hola a todos!
Fernando ("Fito") me pasa estas fotografías con el ánimo de poder compartirlas con todos vosotros. ¡Esperamos que os gusten!






























jueves, 4 de febrero de 2010

Anguita en el cine

He subido este trozo de la película de "El florido pensil"(2002) porque aparte de la iglesia de Anguita, aparece gente del pueblo. Supongo que habrá más de uno que no sabía que existía esto.


miércoles, 3 de febrero de 2010

lunes, 11 de enero de 2010

viernes, 1 de enero de 2010

Cuando el año comenzó en enero

Las convenciones no son mera palabrería instaurada, existen ocasiones en que “los cambios”, aun siendo producto del acuerdo (actual o pretérito), tienen una dimensión superior, manifestándose en los más variopintos actos y efectos. Todo este cúmulo de potencial modificador hace que, en múltiples ocasiones, los cambios parezcan “producto de la naturaleza”, existiendo dudas acerca de lo artificial de su concepción, humana parentela. Algo así ocurre con el “año nuevo”.

Siempre centrándonos en la tradición cristiana-occidental, el año “empieza” el 1 de enero, tras la fiesta de Nochevieja. Curiosamente, al menos yo mismamente me lo pregunto, el propio 24 de diciembre es también una fecha de “inicio”, en este caso fecha del solsticio de invierno (tan en boga de los laicistas radicales). Dicho esto, ¿cuál es la razón de ser de que existan dos grandes festividades separadas por una semana: Nochebuena y Nochevieja?

Cuenta la tradición, concretamente el Nuevo Testamento (Lucas 2,21), que Jesús fue circunscrito 8 días después de su Nacimiento, es decir, el 1 de enero, razón por la cual se celebra esta festividad. Sin embargo, tan cierto como ello es que la versión cristiana no ha carecido de factores sincréticos que le ha llevado a asimilar tradiciones anteriores como propias. El propio día de Nochebuena, tal y como ya se ha escrito en alguna ocasión, no es otra cosa más que el solsticio de invierno, y además, en época romana, ese mismo día se rendía culto a la deidad solar por antonomasia: Mitra.

Se mire por donde se mire, existen muchas teorías, ideales, motivos por los que celebrar el día de año nuevo en un momento determinado. Incluso, podríamos, al igual que hacen todas las religiones, cuestionarnos la oportunidad de que el año “nazca” en diciembre. Así, buena parte de Europa ha celebrado a lo largo de los siglos el 1 de mayo como el inicio de la primavera, día de la fertilidad, y de alguna manera, “inicio del curso labriego”. Los Mayos, pues así se conoce a esta festividad, se siguen celebrando en múltiples lugares, también de España: véanse las rondas realizadas en pueblos como Anguita (Guadalajara) o los ritos seguidos en lugares como Vinuesa (Soria), donde se alza una conífera recién talada en mitad de la plaza del pueblo.

El “año académico” no hace falta decir que empieza en octubre, para las universidades, y en septiembre, para las escuelas. En cuanto al hábito, que no en referencia al “oficial”, es este el "año" por el que se rige nuestro actuar, calculándose nuestras actividades desde el inicio del otoño hasta la llegada de las vacaciones de julio o agosto. Esta concepción, divergencia, entre “año religioso” y “año oficioso” no es exclusiva de nuestra época. De hecho, existe un momento de la historia, ciertamente curioso, en que el “inicio del año” se cambió por circunstancias totalmente terrenas.

Según leemos en un interesantísimo estudio del profesor Pastor Eixarch, la olvidada región de Celtiberia tuvo un papel fundamental en lo que a la historia del calendario se refiere, siendo “culpable” de que el año, aún hoy en día, se inicie el 1 de enero. Según expone el arqueólogo, ante la actitud de la ciudad celtíbera de Segeda (Mara-Belmonte de Gracián, cerca de Calatayud, Zaragoza) de construir unas poderosas murallas a su alrededor, los romanos tomaron la decisión de realizar una campaña “sui generis” contra un enemigo, que como el tiempo se encargaría de demostrar, era de lo más temible.

Dos grandes decisiones tomó el Senado romano para la preparación de esta campaña. En primer lugar, el ejército estaría encabezado por el cónsul Nobílior (cargo político-militar de mayor rango), en vez de por un pretor. En segundo lugar, se acordó que éste tomara posesión de sus funciones en las calendas de enero del año 153 a.C., ello significaba que los comicios se celebrasen el 1 de enero, y que en virtud de ello, el año se iniciara en ese día. Ante las informaciones que llegaron a la ciudad, los habitantes de Segeda huyeron a la ciudad arévaca de Numancia, lugar donde daría comienzo una de las campañas militares más importantes de la historia, y que más ríos de tinta ha hecho correr (desde Apiano hasta los historiadores modernos de referencia, pasando por el propio Cervantes).

Cuando Nobílior llegó a Segeda se encontró la ciudad abandonada y las murallas en obras. Engañado por la actitud “cobarde” de los segedenses, partió hacia Numancia sin esperar a los refuerzos que estaban en camino. Nobílior fue derrotado ante las murallas de la actual Garray (Soria).

Una vez llegaron los refuerzos Nobílior realizó un segundo asalto, esta vez con caballería numida y... elefantes. Los romanos pensaron que numantinos y aliados se estremecerían ante la visión de los paquidermos, sin embargo, una roca fue arrojada por los defensores sobre la cabeza de uno de los elefantes. Éste barruntó de dolor, haciendo que el resto de los elefantes huyeran en estampida, acabando con las formaciones romanas.

Verdad o leyenda, lo cierto es que Celtiberia tuvo aquí, tal vez, su mayor contribución para la historia venidera. En lo sucesivo un consejo, una vez coman las uvas, deseen feliz año nuevo y...


¡AUPA NUMANCIA!
Fuente: Pastor Eixarch, José Manuel, "Cambió el calendario de la historia: Segeda, la ciudad celtibérica".

Pinturas:
1) Detalle de la "Circuncisión de Jesús" de Andrea Mantegna.
2) "Numancia" de Alejo Vera y Estaca (Viñuelas, Guadalajara, 14 de julio de 1834 - Madrid, 4 de febrero de 1923).