- Gomas para costura " de dos cordones para bragas y de cuatro finas para calzoncillos", agujas, cintas, pasamanería, botones, imperdibles, hilos, corchetes, automáticos y pequeños artículos de mercería en general.
- Crema " Globo o Famos" para las manos agrietadas de nuestros labradores y pastores, jabón de olor, colonia de Espliego, brillantina y agua de rosas.
- Aspirinas, Optalidón, pastillas Koki, laxantes y, dicen, algún condón.
- Cuentos grandes, fábulas, mini cuentos y Cuentos de Calleja (los auténticos)
Resumiendo, llevaba un poco de todo. Seguramente cada uno de vosotros recordareis mas cosas; eso sí, todo desde una perra gorda hasta cinco pesetas como máximo, pasando por dos reales.Llegaba al pueblo e iba casa por casa: en cada una una historia, un chascarrillo y una oración. Los niños disfrutáramos haciéndole remover todo el cajón y jugando con él:
- Ramón, haz el violín
- Haz la guitarra
- Pon caras feas
- Quítate las gafas (muy gruesas) y haz momos.
En cada casa se le compraba algo, casi siempre por compasión, para colaborar a su mantenimiento y en forma de egoísta limosna; y en casi todas comía o cenaba, según conveniencia. Yo, personalmente, recuerdo que se quedaba en casa desde el día de la matanza hasta la matancilla (tres días) y, como no, venía a comer el día de la Fiesta de Anguita (Era primo de mi abuela materna).
La gallata (garrota de pastor) llevaba gravadas a navaja todas las vírgenes de iglesias y ermitas que visitaba: Virgen de los Olmos (Maranchón), Virgen de la Salud (Barbatona), y varias mas que no recuerdo (creo que eran 12) presididas, eso sí, por La Robustiana (Virgen del Robusto, de Aguilar), de la que fue santero y ermitaño.
También llevaba un rosario hecho con cadenas que, cuando se lo colgaba del cuello, le arrastraba al suelo, además de la boina, el traje de pana de rigor, y una manta de caballería " de cuadros", de cañamo batanado, como todas las de entonces.
Recorría ANDANDO todos los pueblos de la comarca, desde Barbatona hasta La Riba de Saelices, Abánades, Huertahernando, Sacecorbo, Esplegares, Luzón, Ciruelos... y en todos ellos guardan el mismo recuerdo de su persona. Él hizo sonar el nombre de Aguilar en toda su zona más que ningún otro personaje. Tubo que soportar tormentas, riadas(una de ellas, en el barranco de la virgen de Aguilar, cuando iba a "dar buelta a la ermita" lo dejó enfermo dos meses y le arrastró la gallata y el cajón, que tubo que renovar), viento y sol de justicia, incluso escuchar reproches de cuatro payasos.
6 comentarios:
Lástima no haber podido conocer a este gran personaje! Sinceramente... no sé cómo demonios no me lo comentaste para haberlo puesto como comerciante de aquellos años! jeje, hubiera sido buen dato verdad? ;-)
qué alegría ver que esto tira... (creo no ser el único que sigue esperando tus jotas y canciones!) Si ya pudiéramos "crear" charlas, discusiones... a través de los comentarios... sería la reostia!
un abrazo Maestro!
Historias como esta son las que los Anguiteños nos gusta conocer.
Habia oido alguna vez que un hombre venia a vender con un cajon, pero nada mas.
Me gustaria que historias como estas no se pierdan con nuestros mayores.
Animo a todos a escribir mas.
Gracias, estaba en un rincón de mi infancia, gracias por traerme a aquella niña...aquel abuelo...aquel pueblo. Gracias Teo, Gracias Ramón.
Fdo.:Susi
Me emociono al leer esta historia. Yo no tuve la suerte de conocer a Ramón pero desde niña he oído a mis padres contar cómo era este gran personaje.
Según me han contado, Ramón también era un poco "brujo". Cuando mi madre estaba embarazada de mi, él aseguró (cuando aún no había pruebas médicas para saberlo) que yo iba a ser una niña. Mi madre le prometío 20 duros si se cumplía su vaticinio. Por desgracia, Ramón falleció antes de que mi madre pudiera cumplir su promesa.
No podía dejar de escribir aqui estas palabrejas. Ramón, estés donde estés te envío un abrazo y 20duros :)
yo conoci a este gran personaje pues naci en Aguilar,y donde acudia las vacaciones a casa de mi abuelo, y recuerdo a Ramon con gran cariño por todos los buenos ratos que pasabamos los chiquillos con é. Hombre bondadoso y piadoso y por eso me alegra mucho que alguien haya tenido la idea de recordarlo.
Buscando fotos antiguas de buhoneros he dado con tu entrañable historia, muy cercana a la que yo estoy preparando para colgar en mi blog overariberadelalmanzora.blospot.com sobre Juan "el guiñapero", de Huércal-Overa.
Te felicito
Publicar un comentario