El pasado martes 14 de Mayo se publicó
en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 317/2013 de 26 de
Abril por el que se otorga a Frontera Energy Corporation SL, el
permiso de investigación de hidrocarburos denominado Cronos. Esto
afecta a parte de Soria y, en Guadalajara, a los términos
Municipales de Alcolea del Pinar, Anguita, Iniéstola, Luzaga, Luzón,
Maranchón , Sauca y Sigüenza.
Este proyecto puede suponer el mayor
desastre ambiental para la comarca y su entorno, así como un
grave riesgo para la salud de muchas generaciones. A pesar de afectar
a un extenso territorio y al conjunto de sus habitantes
incomprensiblemente se ha iniciado a espaldas y sin ningún tipo de
información a la ciudadanía. El interés porque no trascienda, es
más grave si cabe, teniendo en cuenta las importantes consecuencias
y repercusiones que tendría para la calidad de vida de la población
local.
Estas técnicas, se vienen aplicando
desde hace unas décadas sobre todo en EEUU, y se conocen como
FRACTURA HIDRÁULICA o FRACKING. Básicamente consiste en extraer el
gas de rocas muy porosas que contiene estos hidrocarburos,
generalmente pizarras. Aun siendo muchos menos productivas que la
extracción de hidrocarburos convencionales, debido a su declive, las
multinacionales del sector están realizando prospecciones en busca
de estos nuevos gases en todos los continentes y a cualquier precio.
A grandes rasgos, la extracción
mediante fractura hidráulica o fracking consiste en la perforación
en vertical, atravesando capas de roca y acuíferos, hasta la de
pizarra que contiene el gas y que puede encontrarse a varios
kilómetros de profundidad. Posteriormente, se realizan perforaciones
horizontales de entre 1- 1,5 Km, para más tarde, con la utilización
de explosivos, crear pequeñas grietas por las que se inyecta agua,
arena y aditivos a altas presiones para aumentar las fracturas y la
permeabilidad, extrayendo, junto a ellos, tras ser recuperado ,gas y
otras sustancias presentes en la roca, obteniendo una parte en
forma de gas ya en la superficie, y almacenando el resto en balsas
próximas a la perforación.
Previamente a la fase de explotación
descrita, se ha de realizar la de investigación ( fase que ya está
autorizada en estos pueblos) con estudios tanto a nivel superficial,
incluidos los de vibrosísmica generando pequeños temblores de
tierra por medio de explosiones o vibradores, como en profundidad a
través de varias perforaciones.
Los efectos ambientales y para la salud
son múltiples incluso desde la fase de investigación. Para cada
perforación se necesitan unos 200.000 m3 de a agua y se inyectan
entre 1500 y 4000 toneladas de productos químicos. Aquí se incluyen
más de 500 sustancias- no todas conocidas puesto que el secreto de
empresa les permite no desvelarlas, siendo muchas de ellas
altamente contaminantes y tóxicas, con efectos cancerígenos
probados elementos mutágenos , a los que habría que sumar los
propios productos nocivos de la roca, como metales pesados y
partículas radiactivas, que llegarían a la superficie con el
líquido retornado. Gran parte de estas sustancias se almacenarían
en balsas al aire libre, pasando directamente a la atmósfera las más
volátiles y con muchas probabilidades de que el resto llegara al
subsuelo contaminando con ello los acuíferos.
El elevado riesgo de contaminación
subterránea se debe a la cantidad de pozos y balsas que serían
necesarios, y a la facilidad de que en ellos se produjeran tanto
fallos de impermeabilización como fracturas en el terreno. De esa
forma, esas sustancias pasarían al agua del acuífero, quedando
contaminado de por vida, como ha quedado demostrado en otros
lugares, sobre todo en EEUU. Por otra parte, se estima que solo entre
el 15% y un 80% del fluido inyectado es recuperado, en la superficie,
quedando el resto bajo tierra. A todo esto habría que añadir la
contaminación, erosión, etc., como consecuencia del tráfico
constante de camiones (se estiman entre 4300 y 6600
movimientos por plataforma); el riesgo de terremotos
(algunas empresas han reconocido estar detrás de algunos seísmos en
Reino Unido y EEUU); o el altísimo impacto paisajístico entre otros
muchos. Y todo esto para una vida útil de únicamente 5-6 años por
pozo.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es
que si llegado el caso la Administración concede el permiso de
explotación, suele llevar aparejado la declaración de “utilidad
pública”, por lo que la empresa concesionaria de la explotación
tendrá carta blanca para realizar trabajos (pozos, basas,
conducciones, vías de acceso…) en cualquier parte de la
superficie que solicitara, con la obligatoriedad de su venta o
llegando a la expropiación forzosa de cuantos terrenos sean
necesarios.
Ante la evidencia de las consecuencias
tan catastróficas que han tenido lugar en muchos de los lugares
donde se han llevado a cabo estas técnicas extractivas
(contaminación de aguas subterráneas y superficiales, aumento de
terremotos, escapes de gases, aumento de casos de cáncer, etc...);
unido a la falta de informes y transparencia que asegure la inocuidad
de estos métodos, ha surgido entre la ciudadanía el movimiento
antifracking un vez que una parte de ésta ha tenido conciencia del
mismo. Este movimiento ha llevado a que varios países, estados o
regiones se hayan opuesto ya, al menos hasta tener más información,
a estas actividades. Así en EEUU, estados como los de Nueva Jersey,
Nueva York o Pensilvania han realizado suspensiones temporales y
diversos municipios han aprobado prohibiciones locales. El Parlamento
Europeo, en un informe de junio de 2011, “Repercusiones de la
extracción de gas y petróleo de esquito en el medio ambiente y la
salud humana”, da una serie de recomendaciones encaminadas a no
autorizar este tipo de actividades mientras no estén bien reguladas
y evaluadas, y se hagan públicos los componentes e indica que “los
riesgos y cargas medioambientales no son compensadas, por su
correspondiente beneficio temporal”. Países como Alemania, Países
Bajos o Irlanda han aprobado moratorias, mientras que otros como
Bulgaria y Francia han prohibido la fractura hidráulica en sus
territorios.
En resumen, de llevarse a cabo este
proyecto:
. Se pondrá en claro riesgo la salud y
calidad de vida de muchas generaciones de habitantes de la comarca
afectada-
. Además se verán afectados números
ecosistemas y figuras de interés medioambiental , que tienen algún
tipo de protección comunitaria: Zona Zepa, Red Natura 2000, Alondra
ricotí.
. Tendría efectos muy perjudiciales
para la actividad agrícola y ganadera de la zona.
. Causaría un grave perjuicio
económico e irreparable para los que tienen en el Pueblo casas
tierras etc.. que verían como pierden una parte importante de su
valor.
Por todo ello, Se hace UN
LLAMAMIENTO al Pueblo de Anguita para que reaccione y se
organice en una o varias asociaciones que vendrían a adherirse a la
PLATAFORMA CONTRA EL FRACKING que se está formando
con todos tipo de organizaciones, asociaciones e instituciones de
los pueblos afectados.
¿SEREMOS CAPACES DE DEFENDER LO
NUESTRO?
3 comentarios:
¿Que hay que hacer? ¿Por donde empezamos?
http://frackingno.es/
Esto parece el apocalipsis. y nos quejábamos de no tener bar unos días o que no se pudiera abrir la piscina. Hay que tomar cartas y supongo que la ciudadanía estará totalmente en contra. No hay otra opción. Esto no creo conlleve división de opiniones como los molinos....empecemos firmando el manifiesto para intentar evitar este desastre medioambiental.
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