Hola de nuevo a los amantes de las profundidades de la Tierra. Como
hemos visto que esto está creando afición en el pueblo, y que
además nos habéis preguntado en más de una ocasión por temas de
espéleo, nos gustaría acercaros un poquito más a ese maravilloso
descenso al interior de las profundidades.
En primer lugar, querríamos hacer “mención especial” a dos
vecinos de nuestro pueblo que se atrevieron a adentrarse con nosotros
en la mítica cueva de las Majadillas . Nos estamos refiriendo a Fito
y Elena.
Sentían mucha curiosidad por “esto de las cuevas”, y después
del artículo de la revista El cantón del año pasado querían
probar esa sensación de estar dentro de alguna de ellas. Les
propusimos visitar las Majadillas (Sacecorvo). Es una cueva que se
utiliza como escuela de iniciación, ya que no es difícil pero tiene
un poco de todo a pequeña escala. Las únicas dificultades que
podrían encontrarse serían el pozo de entrada de 8 m de profundidad
y el famoso y estrechísimo “Paso del Chumino”, llamado así
porque su forma y estrechez recuerdan al canal del parto.
La
verdad es que lo hicieron estupendamente. Después de subir, bajar,
arrastrarse de diferentes formas,
comprobaron las mil maneras que tiene el espeleólogo de jugar al
tetris con su cuerpo.Y
por supuesto, ¡lo pasamos fenomenal!
En octubre estuvimos
con nuestro grupo de espéleo (club espeleológico Viana), en el sumidero de Mata
Asnos en
Carrascosa
(Guadalajara). Es una cueva que exige una buena preparación física,
porque aunque no es muy profunda (122 m) es necesario ir progresando
por un meandro en el que la mayoría de las veces sólo puedes apoyar
las manos y los pies en las paredes como si fueses una araña, en
otras ocasiones tienes que desplazarte apoyando la espalda en una
pared y los pies en la otra... todo esto a lo largo de
aproximadamente 500 m, con pasos expuestos y marmitas bastante
profundas. Es importante no cometer ningún error, porque la caída
puede ser grave. Sin embargo, a pesar de la dureza, merece la pena
porque es muy bonita. Sus paredes están tan lavadas por el agua que
parecen labradas en madera.
Seguimos en la
provincia de Guadalajara, y nos desplazamos ahora hasta Peralejos de
las Truchas. Allí podemos encontrar la sima de el Bochorno, una de
la más profunda de Guadalajara, con 150 m de profundidad y un
espectacular pozo de 70 m.
Nos vamos a Cuenca,
en concreto al pinar de Valsalobre, en el límite con la provincia de
Guadalajara. Dentro de la zona centro, es uno de los lugares
preferidos por los espeleólogos, por la cantidad y variedad de simas
que nos podemos encontrar. Las más míticas son la sima Juan Herranz
I (121 m) y la Juan Herranz II (173 m), nuestra queridas “Juanas”.
Nos gustaría
mostraros las fotos de la Sala del Lago (en la Juan Herranz I), por
su gran belleza.
Esperamos que con
esta pequeña muestra hayamos conseguido transmitiros esa sensación
que se siente cuando te adentras en ese gran mundo que existe bajo
nuestros pies. Con Elena y Fito lo conseguimos, y es que “esto de
la espéleo” no te deja indiferente, y “si te atrapa, se te mete
en vena”.
Manoli y Álvaro
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