jueves, 13 de noviembre de 2014

Regreso a las profundidades de la Tierra


 
Hola de nuevo a los amantes de las profundidades de la Tierra. Como hemos visto que esto está creando afición en el pueblo, y que además nos habéis preguntado en más de una ocasión por temas de espéleo, nos gustaría acercaros un poquito más a ese maravilloso descenso al interior de las profundidades.

En primer lugar, querríamos hacer “mención especial” a dos vecinos de nuestro pueblo que se atrevieron a adentrarse con nosotros en la mítica cueva de las Majadillas . Nos estamos refiriendo a Fito y Elena.

Sentían mucha curiosidad por “esto de las cuevas”, y después del artículo de la revista El cantón del año pasado querían probar esa sensación de estar dentro de alguna de ellas. Les propusimos visitar las Majadillas (Sacecorvo). Es una cueva que se utiliza como escuela de iniciación, ya que no es difícil pero tiene un poco de todo a pequeña escala. Las únicas dificultades que podrían encontrarse serían el pozo de entrada de 8 m de profundidad y el famoso y estrechísimo “Paso del Chumino”, llamado así porque su forma y estrechez recuerdan al canal del parto.

La verdad es que lo hicieron estupendamente. Después de subir, bajar, arrastrarse de diferentes formas, comprobaron las mil maneras que tiene el espeleólogo de jugar al tetris con su cuerpo.Y por supuesto, ¡lo pasamos fenomenal!







 
En octubre estuvimos con nuestro grupo de espéleo (club espeleológico Viana), en el sumidero de Mata Asnos en

Carrascosa (Guadalajara). Es una cueva que exige una buena preparación física, porque aunque no es muy profunda (122 m) es necesario ir progresando por un meandro en el que la mayoría de las veces sólo puedes apoyar las manos y los pies en las paredes como si fueses una araña, en otras ocasiones tienes que desplazarte apoyando la espalda en una pared y los pies en la otra... todo esto a lo largo de aproximadamente 500 m, con pasos expuestos y marmitas bastante profundas. Es importante no cometer ningún error, porque la caída puede ser grave. Sin embargo, a pesar de la dureza, merece la pena porque es muy bonita. Sus paredes están tan lavadas por el agua que parecen labradas en madera. 





  
Seguimos en la provincia de Guadalajara, y nos desplazamos ahora hasta Peralejos de las Truchas. Allí podemos encontrar la sima de el Bochorno, una de la más profunda de Guadalajara, con 150 m de profundidad y un espectacular pozo de 70 m.








Nos vamos a Cuenca, en concreto al pinar de Valsalobre, en el límite con la provincia de Guadalajara. Dentro de la zona centro, es uno de los lugares preferidos por los espeleólogos, por la cantidad y variedad de simas que nos podemos encontrar. Las más míticas son la sima Juan Herranz I (121 m) y la Juan Herranz II (173 m), nuestra queridas “Juanas”.

Nos gustaría mostraros las fotos de la Sala del Lago (en la Juan Herranz I), por su gran belleza.









 

Esperamos que con esta pequeña muestra hayamos conseguido transmitiros esa sensación que se siente cuando te adentras en ese gran mundo que existe bajo nuestros pies. Con Elena y Fito lo conseguimos, y es que “esto de la espéleo” no te deja indiferente, y “si te atrapa, se te mete en vena”.


Manoli y Álvaro





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