lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué pasó con los que fueron quintos en 1923? Una invitación para recordar sus historias

Aquellos hombres que nacieron en 1902, cumplieron su mayoría de edad de entonces en 1923, y por tanto constituyeron la "quinta del 23". El nombre de "quinta" proviene, por si alguien no lo sabe, de que cada 5 mozos listados o entrados en caja, se elegía 1 para prestar el Servicio Militar.

La lista que publiqué el mes pasado, realizada en 1922, contenía 25 mozos, de los que 16 estaban vivos, por lo que a Anguita le correspondía aportar 3 futuros soldados. Mi padre Gregorio Ibáñez Carrera fue uno de estos últimos.

Pienso que sería muy gratificante para todos los que nos interesamos por Anguita, el que los familiares y amigos de los de la "quinta del 23, contasen que fue de ellos posteriormente, y para empezar esta posible serie de pequeñas historias cuento el caso de mi padre, el nº 13 de la lista citada.

Fue destinado al Arma de Caballería en Jerez de la Frontera, donde estuvo 3 años, llegando a ser cabo "jefe de parada", según decía él muy satisfecho. En la foto de al lado, tomada hacia 1925, se le ve junto a sus compañeros de mili; es el único que no lleva gorro.

Posteriormente se trasladó a Madrid, haciendo esporádicas visitas a su madre y familia en Anguita. Se había quedado huérfano de padre a los 6 años.

En la capital tuvo que luchar duro para salir adelante y, según cuenta en sus memorias, una de las cosas que más le llamó la atención de Madrid, es lo rápido que caminaba la gente por la calle.

En 1932 se casó y con el tiempo tuvo 3 hijos, de los cuales soy el más pequeño.

Como foto recuerdo, que creo que casi todos los familiares de los "quintos del 23" poseemos, adjunto el de su boda con Francisca González Alía, mi madre, natural de Cebreros, sí, el pueblo de Adolfo Suárez.
En los años 50 íbamos los veranos a Anguita, pero ya la abuela había fallecido, y muchos de los los primos emigraron en los 60 a Madrid o Barcelona, perdiéndose poco a poco el contacto con el pueblo.
No obstante mi padre guardó, hasta su fallecimiento en 1977, un intenso amor por su pueblo, recordando asiduamente sus vivencias en el mismo en los primeros 21 años de su vida, precisamente hasta que salió "quinto".
Os invito a los familiares de los restantes "quintos del 23" a que escribáis algo de ellos y adjuntéis alguna foto de recuerdo de los mismos. Si tenéis alguna dificultad para escribir en este sitio, y como conmigo no tenéis confianza todavía, transmitir vuestros deseos a Fito, y él espero me los transmita para su publicación.
¡¡Vivan los quintos del 23!!, porque "la muerte no viene con la vejez sino con el olvido".