viernes, 29 de agosto de 2008

JUEVES LARDERO


Por Isabel Robles

Hoy voy a contaros mis vivencias infantiles durante los jueves lardero, una de las numerosas tradiciones desaparecidas en el pueblo.

¡Que lastima!, Con la ilusión que yo vivía este día cuando era pequeña, ya desde por la mañana me levantaba contenta, pensando que por la tarde no iba a tener clase, pues todos los niños quedábamos después de comer en la plaza con la profe, nuestras madres y los vecinos que quisiesen venir de merendola al campo.

Cuando estábamos en la plaza con nuestras mochilas preparadas emprendíamos el camino, casi siempre hacia la cueva del tiojillo, aunque algún año cambiásemos nuestro destino.

Un a vez allí los mayores hacían alguna fogatilla para no pasar tanto frío y calentar las meriendas, los niños jugábamos con la pelota, al escondite o con la comba, que era lo mas divertido, pues se animaban a saltar los mayores y teníamos buenos momentos de risa debido a la torpeza de mas de uno.

Así hacíamos tiempo hasta la hora de la merienda, en la que cada uno sacaba su bocadillo que como manda la costumbre solía ser de tortilla y chorizo, algunas mujeres se lo curraban mas y llevaban postres típicos de la fecha, ¡jo! Se me hace la boca agua recordando los buñuelos de manzana de la Cesárea y Benita, la leche frita de la Maxi, los bizcochos borrachos de Angelita y las rosquillas de la Rosa entre otros ¡qué delicias!

Antes de que anocheciera volvíamos a casa doblemente satisfechos, con el apetito que abre el campo, saciado, y la diversión de una tarde jugando con los amigos.

Así era como yo celebraba ese día cuando era pequeña e iba al cole en Anguita, luego de mayor en el instituto también lo celebraba, pero de botellón en el pinar.
En fin, son muchas las formas de celebrar jueves lardero.

Mi madre me cuenta que cuando ella era pequeña se pegaban una buena comilona, mi abuela preparaba la mesa con una buena pipirrana, y unas fuentes con gûeña, lomo, chorizo costillas y tortilla para acabar con un postre como gachas de remolacha.

¡Ah! Por si alguien no sabe él por que del día, deciros que la costumbre de celebrar jueves lardero es porque después viene la cuaresma, 40 días durante los cuales no se puede comer carne, sino pecabas, a no ser que pagaras el diezmo a la iglesia; entonces se aprovechaba el día del jueves lardero para hincharse de todos esos ricos manjares que salen del cerdo y ya despedirse hasta transcurridos los 40 dias de cuaresma.

Yo, este año me he enterado tarde de que hoy es “jueves lardero” aun así voy a hacer una cena especial para celebrarlo, aunque me gustaría mas volver a revivir mi infancia con una merendola en el campo y mis amigos, ¡a ver si el año que viene se cumple!

jueves, 28 de agosto de 2008

miércoles, 27 de agosto de 2008

Entrevista a Javier Serrano Copete


Por Santiago Ulises Montero

Javier Serrano Copete es descendiente de Anguita, de la familia de los nenes, y ya tiene publicado a sus 22 años dos libros, un ensayo de articulos de su blog, nubiru, y el libro "una historia de Anguita".

Esta entrevista saldra publicada en el proximo numero del canton , que saldra en breve, y aqui lo teneis en primicia.

Cuentanos quien eres y como surge escribir tu primer libro.

Nací en Barcelona el 5 de noviembre de 1985, pero por aquel entonces, y hasta los 11 años, viví en Bellvitge Ahora vivo en Vilassar de Mar, pueblo de gran tranquilidad y belleza, pese a no alcanzar lo bucólico de Anguita. Obviamente, ¡como anguiteño tengo la obligación de decirlo! Estudié Eduación Primaria en el Juan XXIII de Bellvitge, ESO y Bachillerato en el Instituto de Vilassar y la Licenciatura de Derecho en la Universidad Pompeu Fabra.

Más que mi primer libro, me gustaría referirme a mi primera cosa “seria”. Durante la tanda de exámenes de último de carrera (marzo del 2007), tuve la necesidad de “imitar” a un profesor que acababa de tener en Derecho Urbanístico y que regentaba un blog de opinión y tal. Me picó la curiosidad de probar con Blogger y así me dio por crear Nubiru, mi blog-web. Al principio los artículos eran más “casuales”, opiniones y reflexiones cotidianas sin excesiva, en la mayoría de los casos, profundidad. Con el tiempo me envicié con el asunto, al poder ver cómo mis escritos “pescaban” cada vez a más lectores.

Un buen día se me ocurrió mandar un email a algunas editoriales invitándoles a visitar mi blog y proponiéndoles, así mismo, si verían sentido (a la vez que salida) a una eventual publicación de un libro de mi autoría. La respuesta fue afirmativa, y mis dos “padrinos” en el mundo editorial me propusieron, desinteresadamente, dos sendos proyectos: D. Luis Videla (Director Editorial de elAleph.com) se dirigió a mi animándome con ello (surgiendo así mi primer libro: “Di que fue un sueño”), mientras que el Dr. Antonio Herrera Casado (Cronista Provincial y Director de la Editorial Aache) me dio una de las mayores alegrías de mi vida al proponerme la redacción de “Una historia de Anguita: el pueblo y su entorno”.

¿Cómo surge tu vocación de escritor?
Supongo que, como decía antes, el punto álgido fue atreverme con Nubiru. Sin embargo, mi gusto por la escritura viene, como todo lo personal, de mi adolescencia e infancia. Durante la ESO y Bachillerato participé en los diferentes concursos literarios de mi Instituto, ganando en poesía todas las veces sin conseguir nada en Narrativa, que era (y es) el género que de verdad me agrada, ¡después del Ensayo, claro!

¿Sobre que te gusta escribir?
De pequeño sobre animales y dinosaurios, aunque ya se entreveía que lo mío no serían las Ciencias sino las Letras. Roma, Bizancio, Mesopotamia o, ahora mismo, Historia Contemporánea (especialmente de lugares como la ex-Yugoslavia, Rusia o Oriente Próximo) son mis reales vocaciones (a la vez que el Derecho, ¡ojo!). De los artículos de Nubiru, de “Di que fue un Sueño” y de la historia de Anguita se desprenden estas aficiones, como, después de todo, no podría ser de otra manera dentro de lo libre y anárquico que es el pensamiento de cada uno.

¿Qué escritores o que libro consideras que te ha incitado a iniciarte en la escritura?
Siempre he sido más , algunos dicen que lo sigo siendo, de lectura “desordenada”. Me gustaba leer textos de enciclopedias de Vida Salvaje, Dinosaurios, Historia o Mitología, más que leerme novelas enteras. Ahora sigo siendo, “poco amante” de la literatura profunda, siendo más aficionado a los libros de ensayo y todos aquellos, que ya sólo con la cubierta, intuyes que te van a enseñar algo más de lo que cualquier libro, por el mero hecho de serlo, te enseña. ¿Cuáles podrían ser algunos de ellos? Pues me decantaría por diferentes obras en función de la temática. Para las Ciencias y la Historia algunos de los libros que más, y mejor, me han formado durante mi juventud han sido los libros del maestro Isaac Asimov sobre las diferentes civilizaciones de la Antigüedad (lamentablemente no de todas). Puestos a elegir dos o tres grandes novelas “Nerópolis” (la mejor novela ambientada en Roma que leerse pueda), “Alamut” y “El Nombre de la Rosa”. Para los más “freakys”: la primer trilogía de Dune, y, sobre todo, para todos los públicos, “La Historia Interminable” de Ende.

Cuéntanos tus trucos o rutinas para escribir asiduamente.
Tener la mente disconforme con el mundo que te rodea. No me refiero a ser una suerte de “enano gruñón”, sino a tomar la costumbre de preguntarse cosas (y buscar las correlativas respuestas); todo ello sin renunciar a la libertad de opinión que nos brinda nuestra época y los medios, que como Internet, se han abierto a los de mi generación y sucesivas. No sé qué explicación daría la Neurociencia pero creo que se me ocurren mejores escritos en vísperas de ir a dormir o cuando mi mente no puede fagotizar más artículos del Código Civil...

También vas a escribir un libro sobre la Historia de Anguita ¿por qué te decidiste a escribirla?
Publicar “Una Historia de Anguita: el pueblo y su entorno” es una forma de hacer “deberes por anticipado”. Siempre he escuchado decir a mi tío Ángel, desde pequeño, que algún día deberíamos de escribir una historia sobre el pueblo (pues los materiales y, ante todo libros, que se iban acumulando en nuestra biblioteca familiar daban para ello y más). Al final, decidí atreverme con la faena durante un período de cierta calma antes de comenzar a opositar. ¿El resultado? Los lectores dirán.

¿Cuánto tiempo has tardado en hacerla?
Empecé en otoño, teniéndolo acabado “má o menos” para Semana Santa (si bien durante el Invierno la labor fue más de ir contrastando opiniones con estudiosos de las diferentes materias, especialmente en cuanto a la arqueología se refiere, y recopilar fotos y materiales).

¿Cómo y donde has buscado las fuentes?
Supongo que aquí me podría aplicar aquello de “cada maestrillo tiene su librillo”, pero, dado que no soy maestro sino un eterno alumno (a mucha honra), diré que he conseguido la información gracias a un cóctel de ilusión y amor por la materia mezclado con una fuerte dosis de “sinvergüencería” al atreverme a dirigirme a todos los medios, que se me han ocurrido que tendrían algo interesante que decirme respecto a la historia de Anguita.

¿Te gustaría dedicarte a escribir o te tira más la abogacía?.
Bueno... La escritura sería una gran profesión si todo no estuviera tan mercantilizado el mundo editorial o si las letras tuvieran forma de lingote, o mejor aún, de pelota o ladrillo. Dada la realidad, me tira más brindarme un futuro aceptable (no sólo para mí sino especialmente para los míos: presentes y los que espero que vengan en algún momento de mi vida).

¿Tienes alguna idea para próximos libros?
Cuando tenga más tiempo me gustaría atreverme con una “historia de Celtiberia” o una novela histórica, quizás un libro de divulgación histórica novelado, ¡no sé! Aunque tengo claro que, ahora mismo, una de las cosas que más ilusión me haría es escribir sobre la Caída del Imperio Romano, con personajes como Atila, Aecio o Estilicón, y ¿por qué no?, incluyendo a Belisario y Justiniano. De sueños se puede uno llenar, aunque no siempre se saque provecho. A diferencia de lo acaecido con el libro de Anguita, pocos sueños pasan el etéreo filtro que separa la Verdad de la Fantasía... En fin.

martes, 26 de agosto de 2008

Presentación de "Una historia de Anguita: el pueblo y su entorno"

Crónica de por Isobel, con espectaculares fotografías, en: http://150bel.blogspot.com/2008/08/anguita.html

HOMENAJE A TERESA GOMEZ

MARIA TERESA GÓMEZ JIMÉNEZ

Por Isabel Robles y Santiago Ulises Montero.

El pasado día 5 de julio se rindió un homenaje a la seño de Anguita como la conocían sus alumnos.
Maria Teresa Gómez Jiménez nació en Cervera del río Alhama, provincia de La Rioja el dia 16 de septiembre de 1947.

A principio de la década de los 70 vino a Anguita a dar clases, aquí se enamoro de Vicente Ruiz y formo una familia y se quedo con nosotros.
Ha tenido dos hijos, José Ángel y Vicente.

Ha ejercido su profesión de profesora de primaria durante casi 40 años, en el colegio de Anguita.
Ha dado clase a 2 generaciones, a educado a Fe Lluva y después a su hija Judith, a Susana Adame y después a su hija carmen.

Aparte de enseñar lo que venia en los libros, teresa sacaba tiempo para explicar cosas de la vida.
Nos llevaba a las eras a diferenciar un grano de cebada de uno de trigo, sacábamos arcilla de la tierra en vez de comprarla en la tienda.

Siempre nos ha inculcado valores éticos como es el gusto por la lectura, el saber compartir los bienes materiales, como por ejemplo conservar los libros para que duraran para nuestros compañeros, ser bondadoso con los demás, nos enseñaba francés por que era la segunda lengua que ella dominaba.

Nos enseñaba a conservar tradiciones de este pueblo, como celebrar el día del jueves lardero con una comida en el campo, o rezar las flores en el mes de mayo.

Ella puso la semilla para que sus alumnos fuesen aplicados y perseverantes, y entre ellos ahora hay ingenieros, económicos, mecánicos, químicos, historiadores, etc.

Además de profe era una segunda madre para sus alumnos, ya que debido al reducido numero de escolares, formábamos una familia.

Ya le ha llegado la hora de un merecido descanso profesional y como agradecimiento a su labor el pueblo de Anguita le ha puesto su nombre al colegio de primaria.

Ahora podrá disfrutar con mas tiempo de una de sus pasiones, que es la pintura.

Señorita, cuando pueda venga...

LA SEÑORITA TERE
por Raul Diez.


… No se si debo ser yo el encargado de escribir unas letras acerca de la señorita Tere, ya que somos muchos los que hemos pasado por sus clases, varias generaciones de Anguiteños o vecinos que sólo han estado con nosotros por una temporada.

Supongo, que ella, aficionada a revisar los álbumes de fotos mantiene vivos los recuerdos de sus 36 años en la escuela de Anguita recordándonos, según me dijo, a todos sus alumnos.

Para los anguiteños Tere no es la maestra del pueblo sólo porque haya enseñado en nuestra escuela, además lo es porque aunque a todos nos suene Cervera del Río Alhama, su pueblo de la Rioja del que está tan enamorada, para nosotros ella es de Anguita ¡Quién lo iba a dudar!


Soy yo al que han pedido escribir unas letras de homenaje en nuestra revista aunque podía haber sido cualquiera, por su dedicación a la enseñanza, por ser la seño, por ser la vecina… por ser la amiga.

El entrañable homenaje que Anguita le rindió el pasado 5 de julio es una muestra del sentir de nuestro pueblo, seguro que los momentos que vivió aquel día en la Casa de la Cultura no son de los que se olvidan fácilmente. Cuantas imágenes pasarían por su cabeza, y que bonito reconocimiento a una vida que nuestra escuela lleve su nombre.

¡ENHORABUENA Y FELICIDADES TERE!
Raúl Díez

Bolero de Anguita

BOLERO DE ANGUITA

Anguita noble de peñas altas
que rompe el surco verde del agua.
Manan sus fuentes lágrimas frescas
regando vida por la ribera.

Fondo de montes como un escudo
son de mi pueblo testigos mudos.
Por San Vicente la carretera
cuandos recuerdos de amores lleva-

Música

Cuando la noche sale de ronda
nace la jota en la garganta,
herencia noble que nos dejaran
nuestros abuelos por estas plazas.

A los que están y “pa” los que se fueron
anguita canta este bolero.
Siento tu mano cuando estoy lejos,
que sin tu norte siempre me pierdo.

Música

Desde la Torre de la Cigüeña
se ve el Tajuña regar sus huertas,
la iglesia vieja y el puente “el Canto”
¡Este es mi pueblo que quiero tanto!

A los que están y “pa” los que se fueron
Anguita canta este bolero.
Siento tu mano cuando estoy lejos,
que sin tu norte siempre me pierdo.

Jota

De la fuente “Los Pachanos”
sigue manando en Anguita
De la fuente “Los Pachanos”
mil voces claras que arrancan
de la garganta la jota
de la garganta la jota
siguen naciendo en Anguita.

Esta cancion la canto la rondalla el dia de los mayos , año 2008.
No se quien es el autor o si es una adaptacion de otra cancion, pero considero que deberia estar en el blog del canton para que la viese todo el mundo.

lunes, 25 de agosto de 2008

Restos de un pasado pagano: los mayos, una fiesta de Anguita

La sabina es quizás la especie vegetal más severa, concienzuda, austera que medre por nuestro paisaje. Emana seguridad, en tanto que atisbo de permanencia en un inmisericordemente mutable Mundo. Subyacente al duro tronco existe un sentimiento que nos remite a tiempos remotos, a tiempos donde las explicaciones científicas aún eran sumamente primordiales y el hombre necesitaba buscar la razón de su existencia en otras ideas y creencias, en definitiva, en otros lugares.

Ante la percepción del cambio el árbol permanece como algo familiar. Manifestación de lo divino, el árbol se renueva; cada año parece morir en otoño para renacer en primavera. Quizás para ello sea más expresivo el caduco roble, sin embargo, la perenne sabina me emite mayor serenidad, fortaleza, un seductor sentimiento de anarquía que lucha contra la marea de los tiempos siendo tanto naufraga como a la vez maestra. El viejo árbol recuerda los orígenes del hombre anguiteño, de sus creencias de antaño, tan importantes para entrever los contornos de lo venidero.

La fiesta de los mayos es un patrimonio que no nos pertenece en exclusiva, su origen es tan arcaico, como pagano, habiendo sido objeto de crítica por la Iglesia en no pocas ocasiones. Su significado se fundamenta en el carnal contacto con lo Divino, la manifestación de la renovación vegetal dentro de un organismo eterno. Tan arraigada tradición tiene manifestaciones en múltiples países europeos, ya sea en Suecia con los Palos de Mayo, pasando por el Reino Unido o el Walber bávaro. Des de luego, no existe fecha más señalada para incorporar una fiesta global como es la del Día del Trabajo. Se trata de un día de felicidad en el que los chavales, en muchas tradiciones, se sumergen en las profundidades del bosque en busca de su “palo de mayo”. El del año anterior pasará a quemarse, simbolizando sus cenizas la fertilización, de nuevo, del suelo. Sus reminiscencias encontrarán traducción en otras fiestas como el San Juan, pero el significado es el mismo, el ser un ritual de fertilización. No deja de parecer curioso cómo una tradición tan antigua encuentra traducción en manifestaciones actuales. La verdad es que el monoteísmo jamás ha conseguido incorporarse íntegramente a nuestra psique colectiva.

Un viaje, aunque sea virtual, por cualquier templo islámico nos producirá la sensación de sobriedad que impregna, a veces, lo austero. Templos como la Mezquita Azul o la de Córdoba nos enseñan cómo a los devotos de Alá no les está permitida mayor representación que la de lo geométrico, queriendo ver en las matemáticas la máxima encarnación de lo divino. Los santos están prohibidos, como lo están también las vírgenes, beatos y demás individuos sagrados auxiliares del Dios unificado. Esa es la mayor crítica que esgrime el Islam frente al Cristianismo, el decir que sólo ellos han llegado a la perfección del monoteísmo. Una reflexión sobre la religiosidad de nuestros pueblos nos hace ver los atisbos de realidad que presenta tal argumento.

Nuestro culto a la Virgen de la Lastra, a la Macarena, a la del Rocío o a la de Montserrat no dejan de ser manifestaciones de un pasado politeísta. El devoto atribuye propiedades milagrosas a tallas que fácticamente no dejan de ser ídolos.Ello viene complementado por la multiplicidad de santos y beatos de los que dispone la religión cristiana. Los orígenes politeístas se manifiestan en celebraciones como los mayos y cultos como el de la Virgen de la Lastra. Con todo, no deja de ser significativo como la virgen patrona de Anguita encuentra su adjetivación en una Lastra, una gigantesca lancha de piedra en la que apoya el núcleo del pueblo. Lo inexplicable de lo natural de nuevo acontece Divinidad. La piedra, el árbol… todo nos lleva al rastro de una antigua Religión que procesaban los antiguos habitantes de este término.

Hay quien opina que la situación de la Iglesia de San Pedro, próxima al río Tajuña, no deja de ser una reminiscencia de un antiguo culto acuático. Quizás nos hallemos ante los restos de un tributo al renovador elemento, dador de vida, y para las cosechas, inexcusable sustento. Es posible. Aunque nos parezca mentira, las pistas del Pasado quedan ancladas en representaciones presentes, cómo queriendo ser denunciantes de ritos olvidados, cómo queriendo recordar tiempos en que el hombre no dejaba a la Naturaleza de lado.
Artículo para la revista: "El Cantón"

El Campo Taranz

“por las Cuevas d’Anquita ellos passando van,
passaron las aguas, entrando al campo de Taranz,”

(Cantar de Mio Cid)

No son pocos aquellos que al subir al Campo ven con cierta mezcla de pena y de nostalgia como una basta paramera de aliagas, tomillos y cambrones, antaño transitada por rebaños, se alza al transcurrir de los tiempos sin mayores cambios que el paso del día a la noche. Bien es verdad, que en aquéllos que por nuestra edad no pudimos presenciar tales rurales acontecimientos la sensación de irrelevancia, de tierra sin mayor utilidad ni interés, igualmente contagia nuestras pupilas no mostrándose nada más ante nuestros ojos que un plano, por lo general irregular, rico en setas en otoño y en el que se alzan tres bosques, dos de coníferas junto a otro de horrendo material férreo. Lo que para el común de los mortales parece más increíble es que precisamente sea la parte de ese terreno, sin más árboles que alguna descarriada sabina, donde perdura el más rico, en lo que a su singularidad se refiere, de los ecosistemas de Anguita.

Limítrofe con la Paramera de Maranchón, el Campo de Taranz, ventana esteparia con vistas a lugares más o menos lejanos como el Moncayo o la vecina Medinaceli, es el reino de ciertas especias animales y vegetales que pese a ser familiares para buena parte de los anguiteños, destacan en lo relativo a su singularidad para el ojo foráneo. Dentro de este extremadamente duro reino, destaca una emplumada infanta cuya protección se persigue también en nuestro pueblo como en el resto de su escasísimo ámbito de distribución, se trata de la alondra de Dupont (Chersophilus duponti). Vespertina cantante de los solitarios amaneceres en el Campo, no es de extrañar que los trovadores medievales cantaran poesías refiriéndose a ella donde el caballero amante de princesas abandona el lecho de sus queridas cortesanas al escuchar el canto de la alondra, infalible e incombustible despertador de la estepa castellana. Quién sabe si el Cid, que por estos parajes pasara, tuviera algún favor que agradecer por ello a tal servicial ave. Lo cierto es que en la actualidad sólo parece cantar a sus vegetales señores, sabinas de extraordinaria vejez, que se alzan en el Campo como colosos alzados a los cuatro vientos.

Si bien, no es Anguita quien más pudiera presumir en la comarca por el número de ellas en su haber, bien es cierto que las sabinas cada vez más colonizan un terreno donde se prefieren los extranjeros pinos a la vegetación propia de la zona. Tesoros de incalculable valor ecológico, al igual que la alondra de Dupont tienen un ámbito de distribución limitadísimo, siendo la Península Ibérica (Soria y Guadalajara muy especialmente), partes de Francia y el Magreb sus últimos reductos. La humildad de tales árboles es ejemplar, contentándose con suelos calizos extremadamente pobres que les hacen ser dueñas y señoras de sus alpinos territorios. Veteranas combatientes en la guerra contra el frío, las sabinas son capaces de sobrevivir a gélidas temperaturas, así como, una vez difuntas, servir como inmejorable madera para la construcción de vigas y escalones, así como de rústicos armarios debido a la creencia popular de que su madera es capaz de ahuyentar a las implacables polillas. Ello les valió una gran reputación que a punto estuvo de costarles la extinción y que justificó la inexcusable protección de la que en la actualidad son objeto.

No obstante, la paupérrima piedra caliza imperante en la zona fue en tiempos intensamente pretéritos testigo de cómo durante un tiempo los grandes arrecifes de coral y mantos enormes de peces se extendían por nuestro término, estamos refiriéndonos a la que tal vez sea la mayor de las sorpresas que tal paraje nos repara. Debemos remontarnos para su descubrimiento al Mesozoico, concretamente a los tiempos de transición del Triásico al Jurásico (Liásico), hace 207 millones de años, período geológico al que pertenece la piedra caliza de la zona (contrariamente a la piedra del pueblo y de toda la zona de la Dehesa y de los Castillejos perteneciente al período Triásico.) La pregunta ha realizarse resulta de la existencia en la zona de fósiles marinos (conchas de moluscos pertenecientes a dicho período geológico) y viene a ser la siguiente: ¿hubieron dinosaurios por el Campo?

La respuesta, no obstante, en lo que al Jurásico se refiere, debe ser negativa. Parece ser que, no descartando remotas posibilidades, encontrar dinosaurios en el Campo “va a ser que no”. El caso es que el término de Anguita formó parte del gigantesco Mar de Tethys, embrión primordial del ya naciente Mar Mediterráneo. De hecho, la rotura del supercontinente Pangea[1] daría lugar al surgimiento de un inmenso mar, de nombre fantasioso-masculino, el Mar de Thetys, que cubriría buena parte de la Península Ibérica, incluido el territorio que en la actualidad ocupa Anguita.

Así pues, durante el Jurásico, las aguas del mar anguiteño no estuvieron ocupadas por dinosaurios[2], pero sí por gran cantidad de bestias que en la actualidad no habitan nuestro planeta. Desde pequeños moluscos (como los fósiles, “caracolas”, que se encuentran esporádicamente por nuestro término), a grandes reptiles de varios metros de longitud, animales como los plesiosauros que eran capaces de alcanzar los 12 metros de longitud, caso del pavoroso liopleurodon que reinaba por los mares jurásicos europeos, acechando a animales hoy extintos como los amonites.

No obstante, también para la madre naturaleza parece ser que nunca es tarde, y aquellos grandes seres, presentes en muchos de nuestros sueños, viven en la actualidad, y en abundancia, en nuestro pueblo. Cierto que no nos estamos refiriendo en tono ciertamente jocoso, haciendo desafortunada broma, a nuestros mayores sino que nos referimos a ese pequeño ser con el que abríamos el artículo. Escribimos haciendo referencia a la alondra de Dupont, pero también al buitre, a la perdiz, o al pingüino, pasando por la gallina y el colibrí, pues todas ellas, así como el resto de las aves que habitan nuestro planeta no dejan de ser las herederas actuales del legado de los dinosaurios. Ellas son sus descendientes como nosotros lo somos de antiguos mamíferos, compartiendo tanto las aves como nosotros antepasados comunes en los albores de la vida. No es nada más que eso lo que nos enseña la teoría evolutiva, quién sabe si reflexionando sobre el común parentesco que nos une a toda la vida sobre el planeta podamos estrechar aún mas nuestras relaciones cobrando un protagonismo protector, a la vez que rector, aquellos a quienes la evolución nos ha colocado en el trono de la naturaleza como especie dominante, a aquellos que a nuestra voluntad podemos plantar bosques y alzar mortales torres metálicas, aquellos que bien podemos cuidar el cambronal así como también acabar con el ecosistema del Campo Taranz.

[1] Hasta entonces sólo existía un continente formado por todos los actuales, que gracias a su progresiva división, en virtud de la teoría, unánimemente aceptada por la ciencia moderna, de la tectónica de placas, daría lugar al mapamundi que conocemos. Un curioso experimento para apreciar el fenómeno sería observar cómo en un mapamundi actual los continentes africano y sudamericano encajan perfectamente, como si de piezas de puzzle se trataran.
[2] Pues éstos eran exclusivamente terrestres, no siendo los grandes reptiles aéreos y marinos dinosaurios.
(publicado en el Cantón 2006 y en la web Soria Goig:


Información complementaria:


Para saber más de la zona existe una web que brinda la posibilidad de realizar una visita virtual por la zona de Arcós de Jalón y la parte soriana del Campo Taranz:
Igualmente informar de que en el dominical de EL PAIS de 27 de mayo de 2007 sale un reportaje de la Ruta del CID, con una foto del abandonado pueblo de Obétago (Layna) sito en el Campo Taranz.
Ambas ilustraciones por cortesía de sus respectivos autores

miércoles, 6 de agosto de 2008

Libro de Anguita

"Este libro ofrece la historia completa de un pueblo emblemático de la Serranía del Ducado: ANGUITA es un espacio cubierto de pinares, de altos páramos y curiosos entornos naturales, en cuyo territorio existió una densa población celtibérica que ha dejado huellas singular es en forma de castros, necrópolis, campamentos, dólmenes, y un largo etcétera de sitios. La historia antigua se complementa con la medieval, y con épocas sucesivas que son referidas por el autor con gran cantidad de datos y enorme sencillez y claridad. Se ofrece también una descripción amenizada de multitud de grabados del patrimonio cultural de Anguita: la iglesia, las ermitas, la torre medieval, los espacios naturales, las fiestas y un largo etcétera de cuestiones que hacen de este libro una auténtica enciclopedia sobre Anguita, la villa serrana que desvela aquí sus misterios y sus encantos, dispuesta siempre a su visita".
Reseña de la solapa
PVP: 20 €
YA A LA VENTA EN LAS MEJORES LIBRERÍAS!

Esther Herrera Casado y los chicos de la promoción del 1965 (Escuelas de Anguita)

El principio...

Estimados amigos! Este es el primer post de un nuevo proyecto, tan ilusionante como excitante. "El Cantón de Anguita" nace con la pretensión de hacer llegar a todos los angüiteños, afines, amigos y curiosos, textos, artículos, fotografías, jotas y canciones, y demás materiales diversos, a través de un medio público, sin censuras, libre y al alcance de cualquier internauta (desde el Salidero a la Gran Muralla China, pasando por La Moncloa o la antigua Indochina).

Los materiales que se quieran subir a esta web deberán ser enviados a cualquiera de los emails de los administradores, que seguidamente serán comunicados, o simplemente, al correo de la propia web.

En fin, dicho lo dicho, esperemos que sea un recurso con futuro e interés para todos. Muchas gracias a todos! y a disfrutar con Anguita!